Vínculos intergeneracionales
Agosto no solo es el mes de los vientos, es el mes de los vínculos intergeneracionales en el Club de la Porota y ¡quien mejor que El Gringo Ramia para prologarlo!
Agosto no solo es el mes de los vientos, es el mes de los vínculos intergeneracionales en el Club de la Porota y ¡quien mejor que El Gringo Ramia para prologarlo!
En el mes de la amistad, desde El Club de la Porota seguimos promoviendo espacios para hablar de uno de los roles más lindos: el de ser amiga o amigo. Las personas asumimos en simultáneo, entre 6 y 10 roles. Sin embargo, a medida que envejecemos pareciera que los roles susceptibles de ser ocupados son solo los de abuelo, abuela, jubilado o jubilada. Desdibujamos así el poder que tenemos las personas mayores, quienes en realidad ocupamos muchos más espacios de los que se cree. La amistad es uno de ellos.
En esta ocasión presentamos una nota escrita por una gran amiga que conocimos en pandemia y gracias a la virtualidad: Agustina Manna. Ella es recreóloga especialista en personas mayores.
El 20 de julio es una de las fechas que más me gusta celebrar. Sirve de excusa para llamar, visitar o enviar un mensaje a ese amigo o amiga que lejos o cerca ocupa un lugar preciado en nuestro corazón. Hoy, dedicamos el espacio de El Club de la Porota para celebrar a las amistades…
Existen amistades que nos acompañan a lo largo del camino, con quienes hemos compartido quizás un montón de anécdotas y momentos memorables.
Vamos a hablar de cuidados. Es un tema amplio, delicado y sobre el cual sabemos poco y se opina mucho. El artículo 12 de la Convención de Protección de los DDHH de las Personas Mayores hace especial referencia a este tema. A la par del envejecimiento poblacional crece la necesidad de diseñar políticas de cuidado que valoren la tarea y la formación de quienes la eligen como medio de vida. Para ello debemos preguntarnos ¿qué es cuidar?
¡Comienza julio y con este mes la excusa perfecta para pensarnos como amigos, amigas!
Sí, para pensarnos quiénes somos y cómo somos cuando estamos con “esas” otras personas con las que reímos, lloramos, compartimos minutos, horas, momentos de la vida diaria.
Falta muy poco para que termine el año. Tan poco que a veces me pellizco. El tiempo pasó muy, muy rápido. Su velocidad me da vértigo. Hace poco estuve compartiendo un fin de semana con otras personas mayores como yo y en una tardecita fresca de mates y reposeras mirando el atardecer una de ellas…
¿Cuáles son las barreras invisibles que nos impiden ver la belleza de la vejez? ¿Qué miedos se esconden en la mirada hacia los rostros arrugados, a la lentitud en el andar, a los viejos de la vida? Porota nos invita a visibilizar lo invisible, a ver más allá de lo que se ve, a envejecer aprendiendo.
La vida nos regala las sorpresas más increíbles: un tropezón puede llevar a sensaciones que creía olvidadas: el rubor en los cachetes, el enamoramiento, la atracción por el otro u otra, el piropo, la vejez, las ganas de querer.