Bailar con los ojos cerrados: vejez y sabiduría
Vivimos en una sociedad que condena a los viejos a un lugar de pasividad. Su sabiduría muchas veces es ninguneada por la prepotencia de la juventud. Porota indaga en su vida, en sus errores, en las veces en las que aceptó los mandatos sociales y culturales. Los viejos y las viejas todavía tienen mucho para decir y hacer. Quizás sea momento de cerrar los ojos y animarse a bailar.