Envejecer codo a codo

Mi amiga María José me regaló el libro de María Teresa Andruetto y Martina Trach llamado “Clara y el hombre en la ventana”. Es un libro ilustrado que narra una profunda historia entre una niña, Clara, y un hombre mayor, Juan.

Por otro lado, esta semana, junto a mi nieta adolescente, terminamos de ver en Netflix la serie “Ana de los tejados verdes” (“Anne, with an E” en inglés)basada en las novelas de la escritora canadiense Lucy Maud Montgomery, escritas a principio del siglo XX. La historia narra las aventuras de una niña huérfana adoptada por dos hermanos, también mayores. 

El doctor Carlos Presman, en su libro “Letra de médico” (Edición Completa, 2018) cuenta una historia con Sarita, una paciente amiga, a la que atendió durante más de 20 años. Sarita -quien llegó a cumplir 90 años-  lo escuchaba, contemplaba y abrazaba con cariño. 

En cada uno de estos libros el rol de las personas mayores es protagónico. Y no sólo eso, son roles que se alejan del estereotipo y nos permiten conocer la humanidad de los personajes y la belleza que los habita. 

En este contexto de pandemias, hoy elijo hablar de esos relatos, historias mínimas, alicientes; gotitas de medicina natural. 

Los días están raros. Algo enfermos. En medio de tanta sobreinformación, mensajes y grupos de celular, televisión y streaming 24/7, los y las insto a seguir cerquita, codo a codo. Aunque estemos en casa, detrás de una puerta, “en cuarentena”, y con el saludo estancado es posible permanecer unidos. Precavidos ¡claro! pero juntos. Tomemos la posta. Seamos los viejos, las viejas del encuentro metafórico, codo a codo. Sin paranoia, sin miedo. Bien informados. 

Ya lo dijo mi querido Leonardo Boff: “Donde hay amor, hay cuidado, donde hay cuidado hay amor”.  

Me despido con la mirada en alto reflejada en cada uno de ustedes y así, impoluta, profunda y sincera, les regalo la letra de la canción que compuso, a propósito de los tiempos que corren, el formidable Jorge Drexler. 

 

CODO CON CODO

Jorge Drexler

Ya volverán los abrazos,

los besos dados con calma,

si te encuentras un amigo

salúdalo con el alma.

Sonríe, tírale un beso,

desde lejos sé cercano,

no se toca el corazón

solamente con la mano.

La paranoia y el miedo

no son, ni serán el modo,

de esta saldremos juntos

poniendo codo con codo.

Mira a la gente a los ojos,

demuéstrale que te importa,

mantén a distancias largas

tu amor de distancias cortas.

Si puedes, no te preocupes,

con ocuparte ya alcanza,

y dejar que sea el amor

el que incline la balanza.

La paranoia y el miedo

no son, ni serán el modo,

de esta saldremos juntos

poniendo codo con codo.

Yo me enfrento a estas angustias
escribiendo y agarrando la guitarra.
Intentando entender esta época en
la que la manera de mostrar
afecto por otra persona,
pasa por no darle la mano,
para que el virus este no se salga con la suya…

#SaludarCodoConCodo

#jorgedrexler

 

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