Vejeces, diversidad e individualidades

La vejez es la etapa vital en la que más diferencias existen. La categoría de “persona mayor” no referencia a una homogeneidad. Más bien, lo hace a la combinación de factores biológicos y ambientales que impactan de manera diferente en el proceso de envejecimiento de cada individuo. 

En esta oportunidad, quiero presentarles a dos gerontólogas que se dedican a trabajar en comunidades del interior de la provincia de Córdoba. Ellas son Cecilia Arinci y Cecilia Livadiotis; ambas forman parte de los equipos técnicos del Plan Córdoba Mayor del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia. 

Tendemos a creer que las personas viven y envejecen de modos similares a los nuestros. Sin embargo, la realidad es mucho más diversa. Por eso se dice que el envejecimiento es diferencial. No es lo mismo envejecer con la posibilidad de acceder a recursos materiales y simbólicos, que a envejecer sin contar con ellos. Si a esto le sumamos las desvalorizaciones implícitas y solapadas socialmente será muy importante, además, tener en cuenta el valor cultural que asume la vejez en las comunidades en las que estamos insertos. 

En este sentido Livadiotis y Arinci advierten que las redes de apoyo social son fundamentales para envejecer integrados social y comunitariamente. “Existen zonas productivas, como en los departamentos del Este y Sur de la Provincia de Córdoba, en los cuales el trabajo formal ofreció la posibilidad de que muchas personas mayores se jubilaran con recursos económicos dignos. Gracias al desarrollo de estos sectores existen instituciones que facilitan el acceso a una vejez activa, con mayores cuidados en la salud, con opciones recreativas y espacios de socialización”, enfatizaron las gerontólogas. 

Asimismo, las profesionales se refirieron a la gran cantidad de personas mayores que en pueblos o localidades pequeñas sufren de alcoholismo. La falta de proyectos y de vidas integrales o, dicho de otro modo, la presencia de una vida que se ligó al trabajo por la subsistencia, fue generando el paso para las adicciones “lo que conlleva al resentimiento de los vínculos y al debilitamiento de las redes de apoyo”. 

“Es muy común encontrar personas mayores que han realizado a lo largo de su vida trabajos muy duros. En ellas es palpable advertir en el cuerpo, así como en lo actitudinal, la dureza y lo adverso”, explican Arinci y Livadiotis. 

Según el Informe de la Cepal sobre “Envejecimiento, personas mayores y Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” (Perspectiva regional y de derechos humanos – editado por Sandra Huenchuan, 2018): “Lo más inquietante para Latinoamérica es el escenario en el que ocurre el envejecimiento poblacional, caracterizado por la desigualdad, la pobreza, el agotamiento de un modelo de crecimiento económico insostenible, y el avance del desempleo y del empleo de baja productividad”.

La temática de la vejez es interdisciplinaria y requiere de muchas más personas dispuestas a abordarla con la seriedad que impera. El envejecimiento poblacional es una realidad palpable en el escenario demográfico mundial. Se trata de un proceso irreversible, heterogéneo y diverso. 

Tal como lo esboza Alicia Bárcena Secretaria Ejecutiva de CEPAL: “Estamos invitados a reflexionar sobre nosotros mismos, sobre la vida que queremos y la sociedad que anhelamos (más solidaria, más interdependiente, donde nadie sobre), y qué podríamos hacer para dar cabida en ella a las personas mayores con total respeto a su autonomía y dignidad”.

 

 

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